martes, 7 de diciembre de 2010
Bellos mininos
Da igual, despiertos o dormidos, definitivamente los gatos saben que los adoramos.
Cada gesto del felino es armónico y estilizado, sólo un 1% de error. Podrán ver al hombre más comedido o a la mujer más fría perder los papeles ante un movimiento de hombros de su gato, un relamerse en 3/4 o un estiramiento de pata trasera.
Cuando fallan algún movimiento (una de esas raras veces), disimulan algo avergonzados, lo que los hace más entrañables a nuestros ojos. Rápidamente olvidamos su torpeza y nos cuidamos muy mucho de no burlarnos de ellos.
Los admiramos y ellos lo saben. Y aún cuando no es así, hay que simularlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cualquier feedback será bien recibido ya que no puedo ver vuestras caras;)